Delirio Místico.

 Fin de Iluminación y Cámara 1.

¿Cómo me encuentro después de haber cursado esta materia? Bastante bien, satisfecho. Es una materia a la que le tuve mucho miedo y respeto, y si bien me sorprendió mucho, lo sigo teniendo. El hecho de tener una cámara en mano, de fotografiar cada momento, no era mi estilo y no lo es (por el momento). Admiro mucho a las personas que tienen el "ojo", cómo digo yo. Esas personas que son pasionales y qué se esfuerzan por una buena fotografía.

Aprendí con estos dos profesores, que fueron una masa, a ver una fotografía. Intento admirarla, buscar algún tipo de similitud, con lo que se fue hablando en medio de las clases teóricas y prácticas. Para ser un ignorante sacando fotografías y analizándolas, me siento feliz conmigo mismo. Pude elevar la vista, salir de mi zona de confort y creo que la materia me exigió lo suficiente, como para hacer nutrir mi vida universitaria como fotógrafo amateur.

Así comencé el año, con este estilo de fotografías random para PAV 1. No tenía idea, tan solo caminar en las calles de tigre relajado con dos amigos, buscando un lindo encuadre. Era abril y la cuarentena era muy estricta. Caminar en una calle desolada para sacar fotografías, fue una hermosa experiencia. 

Seguí aumentando mi nivel fotográfico, sin haber cursado esta materia. Una idea con copas. ¿Estar atrapado y generar misterio o mostrar una frágil sensualidad?

Si algo recomendaría a un alumno de primer año, es que curse Dibujo y Representación Audiovisual con esta materia. Aprendí mucho de las dos, se van complementando y creo que en ambas, logré sacar provecho.

Datos técnicos que me hacían pensar, lo que puede cambiar la iluminación en una fotografía. Tan solo el primer pasaje de color a blanco y negro que había hecho con mi objeto, me hizo dar cuenta de eso. Tenía muchas ganas de seguir explorando ese estilo de iluminación artificial, como utilizar el ISO en una cámara y tuve la oportunidad de hacerlo.

Poder explorar manifestaciones frente a las fotografías. No estaba tan centrado en lo que era una fotografía y los mensajes que podían brindarnos, como podían reírse de ella misma e incluso desafiarse. Autores que me gustaron mucho, por no seguir la regla "clásica" de una "buena fotografía". Aprendí a valorar el ojo de cualquier persona y si bien pueden llamarme egocéntrico, aprendí a valorar mis propias fotografías. 

Llevar la mirada más allá. Abrir la escena, fue muy complicado. La iluminación se iba a dónde quería y uno intentaba hacer lo mejor posible. Estuve pendiente de modificar las cámaras profesionales o de celular, tanto como pude y entendí a la luz como una aliada y no enemiga. 

¿Por qué la sonrisa está condicionada en una fotografía? La forzamos, como dijo Nico. ¿Pienso igual que el? No lo sé, pero creo que esa opinión, me dejó muchas más dudas y eso me encanta. Poder enfrentarme a estos cuestionamientos, en cuanto a un retrato o autorretrato. 

Cagado las patas, aprendiendo todas las clases y siendo lo más respetuoso posible con mis compañerxs fotógrafxs, aprendí y me nutrí de un arte, de una forma de vivir. Acá les dejo una foto de como me sentía en cada clase, después de una corrección y un nuevo aprendizaje. A partir de ahora, la cámara va a estar más frecuente en mi mano. 

Me despido con las fotos favoritas que marcaron parte de mi proceso con esta materia, los backstage, las fotos que usaba como apuntes de las teóricas y varios autorretratos. Si bien no son técnicamente buenas, me describen lo copado que fue cursar con Valansi, con Nico y Paulo.